¿Te has cansado de esos lunares en la piel? Ya sea por estética o incomodidad, llega un momento en que es necesario decir adiós a esas manchas. Aquí te explicamos cuándo y cómo eliminarlos de manera segura.
Los lunares son pequeñas manchas o protuberancias que se forman en la piel debido a la acumulación de melanocitos, las células que producen el pigmento que da color a la piel.
La causa principal de los lunares es la exposición al sol, ya que el sol estimula la producción de melanina en la piel, lo que puede dar lugar a nuevas formaciones. Los lunares de carne, que son más elevados y suaves, suelen aparecer en áreas visibles como el rostro. Además, la genética influye en la cantidad y tipo de lunares que una persona puede tener a lo largo de su vida.
Es fundamental saber distinguir entre un lunar benigno y uno que podría ser riesgoso, como el melanoma. Aquí te ayudamos a reconocerlos:
Características de un lunar benigno:
Señales de alerta de un lunar maligno:
Es común confundir un lunar con una verruga, ya que ambas son elevadas, pero presentan algunas diferencias importantes:
Textura: Las verrugas suelen ser más rugosas y gruesas, mientras que los lunares son suaves y más planos.
Color: Las verrugas tienden a ser más oscuras o grises, mientras que los lunares pueden ser de color uniforme, marrón o negro.
Ubicación: Las verrugas son más comunes en las manos, pies o áreas de fricción, mientras que los lunares pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo.
Si tienes dudas, la mejor opción es consultar a un dermatologo que podrá diferenciar un lunar de una verruga y recomendar el tratamiento adecuado.
La eliminación de un lunar debe ser realizada siempre por un especialista, quien elegirá el método más adecuado según el tipo de lunar y la piel del paciente. Los dos métodos más comunes son la escisión quirúrgica y el láser.
La escisión quirúrgica se usa para lunares grandes o sospechosos. En este procedimiento, el dermatologo corta el lunar y una pequeña porción de piel circundante, generalmente bajo anestesia local.
El láser es ideal para lunares más pequeños y superficiales. Utiliza luz intensa para destruir el lunar sin cirugía, es menos invasivo y tiene una recuperación más rápida, aunque no se recomienda para lunares profundos o sospechosos.
Ambos métodos deben ser evaluados cuidadosamente por un especialista para asegurar el mejor tratamiento según las características de cada caso.
Antes de la eliminación:
Después de la eliminación:
Recuerda, para lograr los mejores resultados, pon tu piel en manos de expertos. Si te has decidido a explorar tratamientos para quitar lunares, agenda tu cita de evaluación gratuita en Quito o Ambato, Ecuador.
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